miércoles, 29 de junio de 2016

MISERICORDIA Y JUSTICIA, CARAS DE UNA MISMA MONEDA

JESUITAS: LA OTRA CARA DE LA MISERICORDIA ES LA JUSTICIA


Bajo la conducción de Arrupe, la Compañía de Jesús expresó claramente, en la Congregación General 32, que su misión es el servicio de la Fe inseparablemente unido a la promoción de la Justicia, como una exigencia absoluta.

Por Padre Rafael Velasco SJ / Trabajo y Economía

Un ícono del año de la misericordia es el de la Parábola del Buen Samaritano (Lc. 10, 25 – 37). En ella Jesús señala claramente cuál es la actitud verdaderamente religiosa. El que se compadeció y se hizo cargo del que fue apaleado por los asaltantes, ese es, según Jesús, el que obró de acuerdo al corazón de Dios, porque obró con compasión, que es la virtud de Dios. Esa compasión –o misericordia- es el modelo de virtud en este año santo declarado por el papa Francisco.

Los abordajes a la parábola del Buen Samaritano por lo general prestan atención a este aspecto arriba señalado de la compasión con las víctimas; sin embargo hay otro rostro dela misericordia que sería bueno atender en la parábola: Supongamos que el hombre apaleado se recupera luego de la compasión activa del Samaritano y los cuidados del Posadero al que se le confía la recuperación definitiva; y luego vuelve al camino…y allí lo esperan otra vez los salteadores que vuelven a apalearlo y a dejarlo todo estropeado. ¿Qué hacer entonces? ¿Volver a lo mismo para que ocurra otra vez lo mismo?

Tal vez sería conveniente, entonces, buscar los modos de proteger a la víctima de volver a caer en manos de los asaltantes.Para eso entonces debemos prestar atención a estos últimos: sus estrategias, sus métodos y sus herramientas; de ese modo tal vez podamos hacer algo para que no vuelvan a ocurrir estos abusos, con lo que estaríamos protegiendo a las víctimas actuales y futuras.

En el sistema económico mundial hay claramente apaleadores y apaleados; y no alcanza con auxiliar –como buenos samaritanos- a las víctimas de un sistema que excluye, fuerza a la migración, margina en la pobreza, azota con inflación, devaluación y otros garrotes. Algo más hay que hacer, porque los apaleadores siguen sueltos mientras hombres y mujeres de buena voluntad nos ocupamos de atender a los heridos.

¿No será, entonces, una obra de misericordia fundamental denunciar a los apaleadores, sus estrategias y escondites? ¿No será una obra de compasión profunda proponer caminos alternativos más justos? ¿No será este un modo de aportar a la protección de los apaleados de siempre? Creemos que es misericordia activa intentar detener a los apaleadores y proponer caminos mejores.

Inspirados por este principio de Misericordia iniciamos este Observatorio sobre la Riqueza y el sistema Financiero Internacional Pedro Arrupe que pretende monitorear de algún modo un instrumento –la moneda- que en el contexto internacional simboliza las relaciones de poder. Señalar que hay quienes la usan como instrumento de apaleamiento de los más débiles, y proponer sistemas alternativos es una obra de misericordia que refleja nuestra opción de misericordia para con los más desfavorecidos.

El Observatorio lleva además, el nombre de Pedro Arrupe, Jesuita, Superior General de la Compañía de Jesús desde 1965 hasta 1983. Arrupe fue quien lideró a la Compañía de Jesús en un proceso de profunda conversión en favor de los pobres. Bajo su conducción la Compañía de Jesús expresó claramente –en la Congregación General 32- que su misión es el servicio de la Fe inseparablemente unido a la promoción de la Justicia, como una exigencia absoluta. Su impulso aún guía a los jesuitas y a los que participan de su espiritualidad e ideales.

También a nosotros, que creemos que Misericordia y Justicia son dos caras de la misma moneda.

Por eso, este Observatorio pretende ser nuestro modesto aporte a este Jubileo de Misericordia al que nos ha convocado nuestro Hermano Mayor Francisco.

FUENTE: PÁJARO ROJO

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