miércoles, 17 de agosto de 2016

SI... - POEMA DE RUDYARD KIPLING

SI...
RUDYARD KIPLING (*)

Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto sin fatiga en la espera;
Si engañado no engañas.
Si no buscas más odio que el odio que te tengan.
Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres.
Si, al hablar, no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropiezas al Triunfo, si llega tu Derrota
y a los dos impostores los tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado
a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.

Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea
si decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan
aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, y lo quieres y mandas.

Si hablas con el pueblo y guardas su virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto
de sesenta segundos que te lleven al cielo…
Todo lo de esta tierra será de tu dominio,
y mucho más aún: serás Hombre, hijo mío.




(*) Joseph Rudyard Kipling (Bombay, India Británica, 30 de diciembre de 1865 - Londres, Inglaterra, 18 de enero de 1936) fue un escritor y poeta británico. Autor de relatos, cuentos infantiles, novelas y poesía. Se le recuerda por sus cuentos infantiles y poemas, pero también su defensa del imperialismo occidental.

UN ESCRITO DEL MAESTRO ECKHART SOBRE LA POBREZA INTERIOR

LOS POBRES DE ESPÍRITU  
por el maestro Eckhart

Beati pauperes spiritu, quonian ipsorum est regnum caelorum [Mt 5, 3]

La bienaventuranza abrió su boca de sabiduría y dijo: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" [Mt 5, 3].

Todos los ángeles y los santos y todo cuanto jamás ha nacido debe callar cuando habla la sabiduría del Padre, pues toda sabiduría de los ángeles y de las criaturas es pura locura ante la sabiduría insondable de Dios. Ella ha dicho que los pobres son aventurados.

Ahora bien, hay dos tipos de pobreza: una pobreza exterior, que es buena y digna de elogio en la persona que la toma consigo por amor de Nuestro Señor Jesucristo, porque él mismo la asumió en la tierra. De esa pobreza no quiero decir nada más, pero hay todavía otra pobreza, una pobreza interior, es la que hay que entender en la palabra de nuestro Señor, cuando dice: "Bienaventurados son los pobres de espíritu".

Ahora os pido que seáis de la misma manera, para que entendáis estas palabras: pues, por la verdad eterna, os digo que si no os hacéis semejantes a esa verdad de la que ahora vamos a hablar aquí, no podréis comprenderme.

Algunas personas me han preguntado qué es la pobreza en sí misma y qué es un hombre pobre. Vamos a responder.

El obispo Alberto dice que un hombre pobre es aquel que no encuentra satisfacción en las cosas que Dios ha creado, lo cual está bien dicho. Pero nosotros lo vamos a decir todavía mejor y consideramos la pobreza en un sentido superior: un hombre pobre es el que nada quiere, nada sabe y nada tiene. Queremos hablar de esos tres puntos y os ruego, por el amor de Dios, que comprendáis esa verdad si podéis; pero si no la comprendéis, no os preocupéis por ello, pues la verdad de lo que voy a hablar es tan genuina que sólo poca gente buena la comprenderá.

En primer lugar decimos que un hombre pobre es aquel que no quiere nada. Alguna gente malinterpreta este sentido; son aquellos que se apegan a la penitencia y al ejercicio exterior, que ellos tienen en gran consideración. Que Dios se apiade de ellos por conocer tan mal la verdad divina. Se les llama santos en razón de las apariencias, pero en el interior son asnos, pues no saben discernir la verdad divina. Ellos dicen que un hombre pobre es aquel que no quiere nada y lo demuestran como sigue: el hombre pobre debe vivir de forma que no cumpla jamás su propia voluntad en nada y que deba esforzarse por cumplir la deliciosa voluntad de Dios. Esos hombres están bien encaminados y su opinión es correcta, por eso queremos alabarlos. Dios quiera en su misericordia darles el reino de los cielos. Pero yo digo, por la verdad divina, que esa gente no es exactamente gente pobre, ni se parece a los pobres. Son vistos con grandeza a los ojos de la gente que no sabe nada mejor. Y sin embargo digo que son asnos, que no entienden nada de la verdad divina. Que alcancen el reino de los cielos por sus buenas intenciones, pero de la pobreza de la que ahora hablamos no saben nada.

Si alguien me pregunta, ahora, qué es un hombre pobre que nada quiere, contesto y digo: mientras el hombre tenga la voluntad de cumplir la preciosa voluntad de Dios, no posee la pobreza de la que hablamos; pues en él todavía hay una voluntad que quiere satisfacer a Dios y eso no es la pobreza correcta. Pues si el hombre quiere ser verdaderamente pobre debe mantenerse tan vacío de su voluntad creada como hacía cuando él todavía no era. Pues, por la verdad eterna, os digo que mientras queráis cumplir con la voluntad de Dios y tengáis deseo de Dios, no seréis pobres, ya que sólo es un hombre pobre el que nada quiere y nada desea.

Cuando estaba en mi primera causa no tenía ningún Dios y yo era causa de mí mismo; allí nada quise y nada deseé, ya que era un ser vacío y me conocía a mí mismo gozando de la verdad. Me quería a mí mismo y no quería otra cosa; lo que yo quise es lo que fui y lo que fui es lo que quise, quedando aquí vacío de Dios y de todas las cosas. Pero cuando por libre decisión de mi voluntad salí y recibí mi ser creado, entonces tuve un Dios; pues antes de que las criaturas fueran, Dios no era [todavía] Dios: pero era lo que era. Y cuando las criaturas llegaron a ser y recibieron su ser creado, entonces Dios no era Dios en sí mismo, sino que era Dios en las criaturas.

Ahora decimos que Dios, en tanto que es Dios, no es fin último de las criaturas; pues tan alto grado en el ser [también] tiene la criatura más baja. Y si una mosca tuviera intelecto y quisiera dirigirse intelectualmente al abismo eterno del ser divino, del que ha provenido, entonces diríamos que Dios, con todo lo que es en tanto que Dios, no podría [una sola vez] dar a esa mosca plenitud ni satisfacción. Por eso rogamos a Dios que nos vacíe de Dios y que alcancemos la verdad y la disfrutemos eternamente, allí donde los ángeles supremos y las moscas y las almas son iguales, allí, donde yo estaba y quise lo que fui y fui lo que yo quise. Por eso decimos: si el hombre quiere ser pobre en voluntad, debe poder querer y desear tan poco como quiso y deseó cuando no era. Así es el hombre pobre que no quiere nada.

Por otro lado es pobre el hombre que no sabe nada. Hemos dicho a menudo que el hombre debería vivir de tal manera que no viviera para sí mismo, ni para la verdad, ni para Dios. Pero ahora esto lo vamos a decir de otra manera, y vamos a ir más lejos si decimos que el hombre que quiera tener esa pobreza debe vivir de tal manera que ignore que no vive ni para sí mismo, ni para la verdad, ni para Dios; es más, debe estar tan vacío de todo saber que no sepa ni conozca ni encuentre que Dios vive en él; es más: debe estar vacío de todo conocimiento que habite en él. Pues cuando el hombre estaba en el ser eterno de Dios, no vivía en él nada más; es más, lo que allí vivía era él mismo. Por eso decimos que el hombre debe estar vacío de sí mismo, tal como lo era cuando [todavía] no era, y dejar actuar a Dios como él quiera, para que el hombre se mantenga vacío.

Todo lo que siempre proviene de Dios tiene por fin una acción pura. El obrar apropiado al hombre es, sin embargo, amar y conocer. Ahora bien, la cuestión es en qué consiste, esencialmente, la bienaventuranza. Algunos maestros han dicho que reside en el conocer, otros dicen que en el amor, otros incluso dicen que en el conocimiento y en el amor y éstos lo encuentran mejor. Nosotros, sin embargo, decimos que ni en el conocimiento ni en el amor; hay un algo en el alma de donde fluyen el conocer y el amar, que ni conoce ni ama como lo hacen las potencias del alma. Quien lo conoce [ese algo], conoce en qué consiste la bienaventuranza. Ese algo no tiene ni un antes ni un después y no espera nada por venir, pues no puede ni ganar ni perder nada. Por eso [ese algo] ignora que Dios actúa en él; es más, ese algo goza de sí mismo a la manera en que lo hace Dios. Tan quieto y vacío debe hallarse el hombre, decimos, que no sepa nada ni conozca lo que Dios actúa en él, y así el hombre puede poseer la pobreza. Los maestros dicen que Dios es un ser y un ser inteligible que conoce todas las cosas, pero nosotros decimos que Dios ni es un ser ni es inteligible, ni conoce esto ni lo otro. Por eso Dios está vacío de todas las cosas y [por ello] es todas las cosas. Quien, por tanto, quiera ser pobre de espíritu debe serlo en todo su saber propio, de forma que no sepa de nada, ni de Dios ni de las criaturas ni de sí mismo. Por eso es necesario que el hombre desee no saber nada de las obras de Dios ni las quiera conocer. En ese sentido el hombre consigue ser pobre en su propio saber.

En tercer lugar, un hombre pobre es quien no tiene nada. Mucha gente ha dicho que la perfección consiste en no poseer ninguna cosa material de la tierra, y es ciertamente verdad en la medida en que se hace a propósito. Pero éste no es el sentido que yo le doy.

Antes he dicho que un hombre pobre es aquel que no quiere cumplir la voluntad de Dios y que vive de tal forma que está vacío de su propia voluntad y de la de Dios, tal como lo era cuando [todavía] no era. De esta pobreza decimos que es la pobreza sublime. En segundo lugar hemos dicho que un hombre pobre es aquel que no sabe nada de la acción de Dios en sí mismo. Quien se halla tan libre de ese saber y conocer posee la pobreza más clara. La tercera pobreza, sin embargo, de la que ahora quiero hablar, es la más extrema, es aquella en la que el hombre no tiene nada.

¡Ahora atiende aquí con aplicación y seriedad! He dicho frecuentemente, y grandes maestros también lo dicen, que el hombre debería estar vacío de todas las cosas y obras, exteriores e interiores, de forma que pudiera ser un auténtico lugar de Dios, en donde Dios pudiera actuar. Ahora, sin embargo, decimos otra cosa. Si el hombre se mantiene libre de todas las criaturas y de Dios y de sí mismo, pero se halla tan en sí mismo, todavía, que Dios encuentra en él un lugar para actuar, entonces decimos que ese hombre no es pobre según la pobreza más extrema. Pues Dios no busca para sus obras que el hombre tenga un lugar en sí mismo, en donde Dios pueda actuar: la pobreza de espíritu es cuando el hombre permanece tan libre de Dios y de todas sus obras que, si Dios quiere actuar en el alma, sea él mismo el lugar en donde quiera actuar, y eso lo hace con agrado. Pues cuando Dios encuentra al hombre tan pobre, [entonces] actúa y el hombre sufre a Dios en sí mismo; Dios es un lugar propio para sus obras gracias al hecho de que Dios es alguien que obra en sí mismo. En esta pobreza reencuentra el hombre el ser eterno que él ya había sido y que ahora es y que será para siempre.

Hay una palabra de San Pablo que dice: "Todo lo que soy, lo soy por la gracia de Dios" [1 Cor 15, 10]. Pero ahora mi discurso parece mantenerse por encima de la gracia, del ser, del entendimiento y del querer; ¿cómo puede, entonces, ser verdad la palabra de San Pablo? A lo que habrá que contestar que las palabras de San Pablo son verdad. Fue necesario que la gracia de Dios estuviera con él: pues la gracia de Dios actuó en él para que la accidentalidad fuera consumada en la esencialidad. Cuando la gracia concluyó y completó su obra, entonces Pablo permaneció como había sido.

Por eso decimos que el hombre debería permanecer tan pobre que ni él mismo fuera un lugar, ni lo tuviera, en donde Dios pudiera actuar. En la medida en que el hombre conserva un lugar en sí mismo, entonces conserva [todavía] diferencia. Por eso ruego a Dios que me vacíe de Dios, pues mi ser esencial está por encima de Dios, en la medida en que comprendemos a Dios como origen de las criaturas. En aquel ser de Dios en donde Dios está por encima del ser y de toda diferencia, allí era yo mismo, allí me quise a mí mismo y me conocí a mí mismo en la voluntad de crear a este hombre [que soy yo]. Por eso soy la causa de mí mismo según mi ser, que es eterno, no según mi devenir, que es temporal. Y por eso soy no nacido y en el modo de mi no haber nacido no puedo morir jamás. Según el modo de mi no haber nacido he sido eterno y lo soy ahora y lo seré siempre. Lo que soy según mi nacimiento debe morir y aniquilarse, pues es mortal; por eso debe desaparecer con el tiempo. En mi nacimiento [eterno] nacieron todas las cosas y yo fui causa de mí mismo y de todas las cosas, y si [yo] hubiera querido no habría sido ni yo ni todas las cosas; pero si yo no hubiera sido, tampoco habría sido Dios: que Dios sea Dios, de eso soy yo una causa; si yo no fuera, Dios no sería Dios. Esto es preciso saberlo.

Un gran maestro dice que su atravesar es más noble que su fluir, y esto es cierto. Cuando fluí de Dios todas las cosas dijeron: Dios es; pero eso no me puede hacer bienaventurado, pues en eso me reconozco criatura. En el atravesar, sin embargo, en donde permanezco libre de mi propia voluntad y de la voluntad de Dios y de todas sus obras y de Dios mismo, entonces estoy por encima de todas las criaturas y no soy ni Dios ni criatura, soy más bien lo que fui y lo que seguiré siendo ahora y siempre. Entonces siento un impulso que me debe lanzar por encima de todos los ángeles. En dicho impulso siento una riqueza tan grande que Dios no me puede bastar con todo lo que Dios es, en cuanto Dios, con todas sus obras divinas; pues en ese atravesar me doy cuenta de que yo y Dios somos uno. Entonces soy lo que fui y allí ni decrezco ni crezco, pues soy una causa inamovible, que mueve todas las cosas. En todo eso Dios no encuentra ningún lugar [más] en el hombre, pues el hombre consigue con esa pobreza lo que él es eternamente y lo que siempre será. En todo eso Dios es uno con el espíritu y ésa es la extrema pobreza que se puede encontrar.

Quien no comprenda este discurso no debe afligirse en su corazón. Pues mientras el hombre no se haga semejante a esa verdad, no la entenderá; es una verdad desvelada que ha surgido directamente del corazón de Dios.
Que Dios nos ayude a vivir de tal modo que lo experimentemos eternamente. Amén.

EL MAESTRO (MEISTER) ECKHART DE HOCHHEIM

MEISTER ECKHART (1260-1328)

                Entrada de Meister Eckhart en la iglesia de Erfurt, con la inscripción                                         "Das Licht leuchtet in der Finsternis, und die Finsternis hat es nicht erfasst".               (La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no prevalecieron contra ella).
El Maestro Eckhart nació en Turingia en 1260. Se carecen datos concretos sobre su vida. Lo que se conoce es a través de las Actas de la época, que son los escritos que van reflejando los datos más significativos del momento. Así, podemos seguir su camino en el Conocimiento, a través de su ingreso como novicio en la orden de los Predicadores (Dominicos) en el monasterio de Erfurt, su posterior entrada en el Studium Generale de Colonia, por donde habían pasado Alberto Magno y su discípulo Tomás de Aquino, y donde inicia sus estudios teológicos. En 1293 Eckhart se encuentra en París ya como licenciado. En esta etapa predicó por primera vez ante un público académico durante la fiesta de Pascua.
En 1298, es elegido prior de Erfurt y vicario de Turingia. En este período es cuando escribe su primera obra de importancia: Las Pláticas Formativas”, charlas entre él y los novicios como su director espiritual. En 1302 fue profesor ordinario de teología de la universidad de París, en cátedra reservada para los no franceses. En 1303 es nombrado primer provincial de la provincia religiosa de Sajonia. Desde ese año hasta el 1311 asume el cuidado de cincuenta conventos y once naciones. Mientras tanto, continúa ininterrumpidamente su actividad como predicador. En esa fecha el capítulo de los Dominicos le dispensa de todas sus obligaciones y lo envía a París para ocupar de nuevo la cátedra, siendo éste un honor equiparable al de Tomás de Aquino. Hasta 1313 tiene lugar el segundo y de mayor importancia magisterio de Eckhart en la Sorbona.
Desde el 1313 hasta el 1322 vuelve a ejercer de maestro de vida y se ocupa de la reforma de conventos y del cuidado de comunidades de monjas en el sur de Alemania. De esta época es su obra “El Libro del Consuelo Divino” escrito para Agnes, viuda del rey Andreas III, rey de Hungría, que en ese momento era superiora de un convento de Clarisas. En esta obra presenta un modelo de consolación a través de la imitación de los sufrimientos de  Cristo. Esta obra fue decisiva y marca el comienzo de las sospechas contra Eckhart.
En un momento de su vida incluye en su cuidado religioso a la gente del pueblo y para ello, toma el idioma popular, dejando el latín. Escribe, pero para todo el mundo, ya no sólo para los académicos. Comienza a incorporar a su discurso contenidos propios del movimiento “del libre espíritu” asumidos por las beguinas. Este cambio comienza a preocupar a los sectores más conservadores de la Iglesia Católica, y se inician las primeras críticas dentro de los círculos de la jerarquía religiosa. Este compromiso de compañía y enseñanza espiritual del Maestro al pueblo a través de sus sermones y otros escritos le proporcionó grandes problemas con la Iglesia, que terminó rechazando sus modos y su contenido.
El 1 de agosto de 1325 el papa Juan XXII nombró al dominico Nicolaus Von Strassburg visitador de la Orden y fue obligado a abrir una investigación sobre los escritos alemanes del Maestro. Se le consideró sospechoso de pertenecer a la Orden de los Begardos, así como su relación con muchas de las Beguinas. Las primeras investigaciones se centraron en un libro, el Liber Benedictus, calificando peligrosas varias de las tesis expuestas en él. Frente a la acusación, Eckhart respondió con una réplica.
En 1326 el arzobispo de Colonia recibe dos listas, en distintas ocasiones, con frases tomadas de las obras de Eckhart que servirán la base para la acusación de herejía. En septiembre de ese año, el maestro aparece ante los inquisidores comisionados por el arzobispo. Poco más tarde es confeccionada una tercera lista.
En el proceso inquisitorio al que fue sometido -proceso pleno de irregularidades-, sus enseñanzas fueron analizadas fuera del propio contexto en donde fueron expresadas. De ese modo, pudo verterse sobre ellas la interpretación propia que sirvió de justificación para el propio proceso de herejía. El propio Strassburg, alertado por las falsas acusaciones y testimonio quiso detener el proceso, pero fue apartado del escenario de los hechos.
Eckhart murió esperando el veredicto del tribunal inquisitorio.
La respuesta del mismo está contenida en la bula de Juan XXII llamada “in agro dominico”, en donde se condenan 28 artículos de su obra. En esta bula no sólo se le atribuye herejía en su mensaje, sino que se expresa que el propio Eckhart, antes de morir, se retractó de todo lo escrito. Sobre esto último no consta nada que indique que así haya sido, pudiendo parecer más una posterior utilización del maestro por parte del tribunal inquisitorio en propio detrimento de sus enseñanzas espirituales.
El Maestro Eckhart ha sido reconocido tanto por representantes de la mística occidental – Tauler, Suso, Juan de la Cruz, Silesius-, como por filósofos de oriente –Nishitani y Tanabe de la Escuela de Kioto. Éstos últimos lo han descrito como el interlocutor excepcional entre ambas culturas por la conexión entre su filosofía y las tradiciones asiáticas, en concreto, con el Budismo Zen.
En 1992, el entonces Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, -el cardenal Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI-, aceptó la petición del Capítulo General de los Dominicos para rehabilitar al Maestro Eckhart.  El proceso de rehabilitación finalizó con el veredicto que expresaba que Eckhart  nunca necesitó de una rehabilitación.
Este es el resumen de la respuesta que el entonces Maestro de los Dominicos,Timothy Radcliffe, recibió del Vaticano: " y se nos dijo que no había realmente ninguna necesidad ya que nunca había sido condenado por su nombre, sólo por algunas proposiciones que se suponía haber tenido, por lo que somos perfectamente libres de decir que es un buen teólogo y ortodoxo..”. 
El veredicto consistió en tres proposiciones fundamentales: El Maestro Eckhart no necesita ninguna rehabilitación; su doctrina está en perfecta consonancia con la doctrina católica  y es un teólogo digno de recomendación.
FUENTE: BIBLIOTECA ESPIRITUAL

martes, 16 de agosto de 2016

POEMA MÍSTICO

LOS LABIOS DE LA ETERNIDAD

por Hadija Shams Mahmmuda (*)

Otrora en alboroto
mi alma fue fragmentada
en la ausencia de la sabiduría ancestral.

Del cáliz de puro dulzor,
distinto licor me embriagaba.

Despierten de vuestras auroras los encantos de
los tiempos idos, cuando el sol alcanzaba la pira sagrada de los buscadores y los amantes celebraban
bañados por el claro de luna de ámbar de la antigüedad.

Que se hiende el barro! Revela la faz de ser
genuino y sus ojos y oídos sean contemplados
con la elegía de los labios de la eternidad.

Canta mi pétrea alma el himno del amor
perfecto! Busca lírica melodía de los pájaros
de Al-Farid Attar.

Olviden los huesos e insinuense delante de la
esfinge que surge en el horizonte broncíneo,
cuya faz milenaria no extinguió el calor
pujante del beso místico.

El misterio jamás fue inmolado por los siglos.
En la brisa satinada de la supremacía cósmica …

Perfumes, colores y formas resurgen inmanentes
del éter esencial, dando derecho a lo real e irreal,
acariciando las facies luminosas de los enamorados.


(*) Hadija Shams Mahmmuda es una poeta y narradora brasileña.

FUENTE: WEBISLAM

VIDA RETIRADA - POEMA DE FRAY LUIS DE LEÓN

VIDA RETIRADA

Fray Luis de León




¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado,
si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas y mortal cuidado?

¡Oh campo, oh monte, oh río!
¡Oh secreto seguro deleitoso!
roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar süave no aprendido,
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
quien al ajeno abritrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
de ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego sosegada
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo,
y con diversas flores va esparciendo.

El aire el huerto orea,
y ofrece mil olores al sentido,
los árboles menea
con un manso ruïdo,
que del oro y del cetro pone olvido.

Ténganse su tesoro
los que de un flaco leño se confían:
no es mío ver al lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna; al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada
me baste, y la vajilla
de fino oro labrada,
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
en sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido
de yedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.


CARACTERÍSTICAS DE LOS LÍDERES DE SECTAS

LÍDERES SECTARIOS
Características de los líderes cúlticos o sectarios 

¿Como Reconocer a un Lider Sectario? 
© Enid Miranda, Ph. D. en Filosofía Pura -2007

  • Escapan al escrutinio público.
  • Afirman tener la verdad absoluta que sólo ellos conocen.
  • Inventan su propia historia, la cual sólo puede ser verificada por su palabra y por fe ciega hacia su persona.
  • Llegan a creer sus propias mentiras.
  • Pretenden haber sido iluminados por la divinidad o por algo absoluto que no admite discusión, duda o prueba, excepto su palabra.
  • Actúan por “órdenes” de una entidad superior que sólo él conoce. Él sólo trasmite las órdenes.
  • Respetan y admiran al poderoso, pero desprecian y humillan al débil o humilde.
  • Sus relaciones se fundamentan en el paradigma sumisión/dominación, no en la solidaridad y el respeto hacia el otro.
  • No permiten la desobediencia o transgresión.
  • “Todos ellos presentan rasgos psicopatológicos más o menos acusados; rasgos que cabalgan hacia el delirio paranoide” [Rodríguez, Pepe, Esclavos de un mesías, p.30]
  • Su personalidad es inhibitoria y su carácter es de tipo autoritario.
  • Tienen tendencias impulsivas sadomasoquistas que utilizan imponiendo a sus seguidores pruebas cada vez más duras, alegando que, a través de ellas, obtendrán la salvación, la perfección, la ascensión mística o purificación.


Características de la personalidad más destacadas en los líderes sectarios
© MS Myrna García - 2011

Desde el punto de vista de la Psicología, tras analizar los diferentes casos de líderes sectarios, podemos llegar a la conclusión de que los líderes sectarios poseen generalmente tres tipos de cualidades o características básicas; son carismáticos y poseen dos tipos de trastornos de la personalidad: el trastorno antisocial de la personalidad y el trastorno narcisista de la personalidad. 

Personalidad Carismática

El carisma es la capacidad de atraer y el encanto que posee una persona para influir a las personas que le rodean. Varios de los factores que poseen las personas carismáticas son la confianza, la exuberancia, el optimismo, una sonrisa fácil y expresiva, el lenguaje corporal, una voz amable y apasionada. Según el Dr. Ronald E. Riggio, Profesor de Psicología de la Universidad de Riverside, en California, el carisma personal está caracterizado por un conjunto de habilidades complejas y sofisticadas, tanto sociales como emocionales. Tales habilidades les permiten afectar e influir, a un nivel emocional intenso a otras personas; les permiten comunicarse eficazmente y establecer fuertes conexiones interpersonales. Dicho sea de paso, el carisma y la alta inteligencia emocional están estrechamente relacionados. 

La inteligencia emocional (IE), según lo expone Daniel Goleman, destacado editor de "Psychology Today" y profesor de psicología en la Universidad de Harvard. es la capacidad de identificar, reconocer los propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarlos, de evaluar y controlar las emociones de uno mismo, de los demás y de los grupos; y de manejar adecuadamente las relaciones que se sostienen con los demás y con las personas mismas. 

Estas habilidades pueden ser aprendidas y son el factor clave que les consiguen el éxito dentro de las diferentes contingencias de la vida. Hoy día se han elaborado escalas para evaluae la IE. La inteligencia es un concepto muy amplio, que implica la capacidad del individuo para llevar a término exitosamente una empresa, e incluye la Inteligencia Cognitiva (IC) y la Inteligencia Emocional (IE). Según Goleman, ambos tipos de inteligencia son importantes; pero el IQ, en el mejor de los casos, contribuye tan solo en un 20% como factor que determinan el éxito en la vida de uno. Esto nos deja claro el porqué los líderes sectarios son tan existosos, ya que estos realmente se distinguen mayormente no por su inteligencia académica, sino por su alta inteligencia emocional. 

Dr. Dean Keith Simonton, profesor de la Universidad de California y autor del libro "¿Por qué los Presidentes son Existosos?" explica que ellos utilizan un lenguaje muy significativo, palabras que expresan emociones básicas, sensaciones o conceptos claves como el amor, el odio, la codicia y maldad; esa habilidad y riqueza al comunicarse permite el que se conecten con el público. Lo que sucede es que la gente no posee tan ricas asociaciones con palabras abstractas tales como la inferencia, el concepto o la lógica. Sí encuentran asociaciones con 'yo siento tu dolor' y no tanto con 'entiendo tu punto de vista'. Los presidentes más carismáticos se conectan emocionalmente con la gente hablando, no con sus cerebros, sino con su corazón. Por ello, manipulando las emociones de todos pueden controlar tan efectivamente a su grupo de adeptos. 

El 'Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales' (DSM-IV-TR: 4ta. Edic Revisada) define los dos trastornos de personalidad más destacados en los líderes sectarios, según los siguientes criterios: 

F60.2 Trastorno Antisocial de la Personalidad (301.7):

Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:
  • Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención.
  • Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer.
  • Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.
  • Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones.
  • Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.
  • Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas.
  • Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros.
  • El sujeto tiene al menos 18 años.
  • Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.
  • El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.



F60.8 Trastorno Narcisista de la Personalidad (301.81):
Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatia, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

Tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).
Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.
Cree que es "especial" y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status.
Exige una admiración excesiva.
Es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas.
Es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
Carece de empatia: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.
Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.

* Algunos líderes sectarios manifiestan cualidades de personalidad correspondientes al Trastorno Disociativo No Especificado (Trastorno Disociativo por Trance’ - Código DSM-IV-TR 300.15). Son los líderes que llegan a creer haber experimentado una ‘posesión’, un trance a través del cual un espíritu, alguna divinidad, Mahoma, Dios, Budah, un profeta, un ángel, Jesús, un ángel, etc. entró en su cuerpo, habla y actúa por ellos. Sin embargo, realmente muchos líderes tan solo simulan la experiencia intencionalmente, en respuesta a la necesidad que sienten de convencer a sus seguidores sobre su superioridad y cualidades divinas, para poder manipularles y utilizarles para obtener un beneficio personal o por placer; todo en respuesta a los trastornos de Personalidad anteriormente mencionados: el Antisocial de la Personalidad y el Narcisista.


Características de Personalidad del Líder Sectario y Su Poder Persuasivo
© Enid Miranda, Ph. D. - 2007

Las características de los cultos son el reflejo de la personalidad de sus líderes. Por lo tanto, mientras más carismático o atractivo sea el líder, mayor poder ejercerá sobre la masa y mayor será el grado de dependencia psicológica y peligrosidad del grupo.

Hay que señalar que el sentido que le damos al término carisma no tiene nada que ver con el sentido bíblico que hace referencia a los dones del espíritu que Dios le concede a los hombres.

En el contexto del fenómeno cúltico, el sentido del término 'carisma'  es el de Max Weber (1963): "cualidad excepcional en un individuo quien, aparentando poseer poderes sobrenaturales, providenciales o extraordinarios, tiene éxito en congregar discípulos a su alrededor.

Su “facilidad de palabra”, su labia, junto con una arreglada imagen física a tono con la ideología del grupo, es la base de la manipulación que ejercen sobre sus seguidores. La forma de vestir, su cabello, su forma de hablar y de caminar, los manerismos con los que subraya su predicación... todo en ellos está debidamente estudiado y explotado para atraer a los desprevenidos."

Psicópatas

Al carisma del líder hay que adornarlo con las características de un tipo de personalidad que los profesionales de la salud mental han definido como psicópata; entendiendo por esto  un trastorno de personalidad.

La mayoría de los psicópatas parecen, a primera vista, muy normales, interesantes e incluso encantadores y humildes. Pero en realidad son violentos y no soportan que se les lleve la contraria en nada. Al menor asomo de contrariedad, manifiestan una rabia aterradora, una desconfianza global y una incapacidad aplastante para soportar o afrontar las más mínimas frustraciones. “El psicópata tiene que conseguir lo que desea, sin importar a qué precio” (Magid & McKelvey, 1982). Por eso, huyen con frecuencia, se esconden tras la máscara de la dulzura y la humildad, a veces del sufrimiento.

Autoritarios

Son autoritarios al extremo que ellos mismos se constituyen en la ley. La pueden violar porque están por encima de ella, de hecho, ellos son sus creadores.

Mentirosos

Son mentirosos compulsivos, adictos de la mentira, mienten siempre, aún cuando no lo necesitan. No les importa mentir y lo hacen con la mayor frialdad del mundo. Incluso cuando es obvio que mienten, insisten tranquilamente en la mentira y la sostienen ante cualquier tribunal.

Divinos, megalómanos (delirio de grandeza) y egocéntricos

El endiosamiento o divinización es otra característica común a todos los líderes sectarios. Por eso, parte de la fabricación de la mentira que sustenta el engaño se basa en autoproclamarse divino.

Tienen delirios de grandeza. Creen que son semidioses, mesías, ángeles, enviados o un escogido. Por eso es frecuente que acompañen sus nombres con epítetos como 'Reencarnación de Juan el Bautista', de 'Jesucristo' o del mismo Dios, 'El Mesías', 'El Profeta', 'El Vidente', etc.                           

Juran y perjuran que todo les pertenece por derecho propio, desde la Verdad hasta las personas, a quienes consideran objetos personales para su consumo.

Dinámicas Internas en los cultos peligrosos
Myrna García, MS y Enid Miranda, Ph. D.


Durante la etapa del proselitismo, como una estrategia dirigida a incrementar la cantidad de adeptos, el líder sectario señala e identifica algún grave problema social que hay que solucionar y a la vez va induciendo en sus seguidores la idea de que él es el único que tiene la solución. El problema identificado por el líder se convierte en el elemento aglutinador que atrae a futuros adeptos. Y es que el sujeto humano es, por excelencia, un buscador de soluciones. Somos animales racionales y, como tales, intentamos dar respuestas a los grandes y eternos problemas del universo, del mundo, de la vida y de la muerte. El líder lo sabe y lo utiliza a su favor como instrumento de manipulación y coerción psicológica. La identificación de un problema nombrado por el líder sectario es la motivación necesaria para activar en la persona esa necesidad de búsqueda que nos caracteriza como humanos. En las sectas siempre se le ofrece al público espectador, a la clientela, la maravilla de su organización como una milagrosa y la única solución a todos sus problemas. Ese es el fundamento de las prácticas proselitistas que utilizan los líderes.

En el momento en que la persona le compra el producto, se vuelve parte de la secta y se convierte en adepto seguidor del líder. Comienza entonces el acoso por parte del líder. Se le exige al adepto contribuir económicamente y realizar tareas cada vez más difíciles y absurdas de realizar. Estas tareas son previamente diseñadas a base de observar y estudiar en el adepto sus características particulares de personalidad, sus fortalezas y debilidades, así como sus maneras de pensarlas, sentirlas y sufrirlas. Conociendo estas particularidades, el líder puede diseñar un sistema de estrategias para mantener motivado y cautivo al adepto.

El líder sectario organiza un sistema de trabajo continuo en el que las tareas, los trabajos y las responsabilidades asignadas a cada cual van aumentando en calidad y cantidad. El adepto, por su parte, recibe la gratificación con la concesión de un rango, título sectario o reconocimiento por parte del líder y del grupo. Pero en realidad todo dependerá de la importancia que su contribución tenga para el líder y de la lealtad personal que el sujeto muestre hacia él. Ambas cosas, la contribución y la lealtad al líder, justifican la discriminación dentro del grupo.

Dentro de la secta imperan diferentes niveles de autoridad, privilegios y confianza. En los estratos más cercanos al líder, se sitúa siempre un grupo reducido de privilegiados y escogidos que tienen, a su vez, otros grupos a su cargo. Así se va elaborando una cadena de mando de líderes a cargo de otros líderes de menor rango.

Los líderes de menor rango, suelen ser más numerosos, pero su poder y privilegios son más reducidos que el de sus superiores. Ésta es la típica forma piramidal de mando, tan común en todas las sectas, a la base de la cual se encuentra el resto de los adeptos, que tan sólo acatan y obedecen las órdenes de todos los superiores y no tienen permiso para pensar o decidir por sí mismos.

A los adeptos situados en la base de la pirámide también se les estimula el deseo de alcanzar niveles más altos dentro de la organización. Por eso suelen sentirse ansiosos y oprimidos. El sentido de incomodidad que les crea su visión dentro del organigrama les motiva trabajar cada vez más fuerte para subir en la escala de mando, pode y privilegios. Las expectativas que se generan en la mente del adepto mantienen motivado al adepto.

El sistema piramidal contiene otro elemento que favorece al líder. Su propio diseño permite generar motivación interna en los adeptos sin necesidad de estímulos externos. La estructura de control piramidal dentro de un grupo es tan sólida, fuerte y eficaz, que puede garantizar el funcionamiento de toda una empresa. La fe de los adeptos en la doctrina que imparte el líder, quien siempre ocupa la  cúspide de la pirámide, es el motor central que mantiene funcionando enérgicamente a toda la estructura. Sin embargo, la doctrina siempre es la excusa que justifica el funcionamiento de la empresa.

Pero, más allá de la fe del adepto y de la doctrina diseñada por el líder, las dinámicas internas de todas las sectas se alimentan del engaño, de la manipulación, de la dependencia y de la explotación. Las sectas explotan en las personas su propia estima, su tiempo, sus habilidades, su fe y su sentido de lealtad. Pero sobre todo, explotan, con fines manipulativos, lo que la persona reconoce como un problema o defecto de personalidad propio que le desagrada y avergüenza y, por tanto desea erradicar de su autoimagen.

El líder está continuamente socavando la autoestima del adepto, ya que, en la medida en que se sienta inferior, en esa misma medida, el líder se presentará como un ser superior. Recuérdese que esta creencia de superioridad es típica de los líderes sectarios, quienes padecen de "Trastorno Narcisista de la Personalidad" (DSM-IV sección 301.81). Es la idea de que “soy superior a ti porque tú eres nadie. Soy mejor que tú y por eso tu deber es obedecerme y mi derecho es reclamarte”,

La destrucción sistemática de la autoestima del adepto, por un lado, y el adoctrinamiento, por otro lado, se aderezan con una buena dosis de técnicas de persuasión coercitiva. Así los adeptos irán desarrollando “Trastornos Disociativos de la Personalidad”. El desarrollo de estos trastornos en los adeptos le facilita a los líderes sectarios el poder controlarles mentalmente. De esta manera, pueden retenerles y mantenerles atrapados dentro de la secta, para que trabajen sin sueldo y para poder convertirles en sujetos errantes que lo dejarán todo, familia, hijos y pertenencias, en nombre de la secta.

FUENTE: RED DE APOYO PARA VÍCTIMAS DE SECTAS






GRUPOS GENERADORES DE MANIPULACIÓN (O COMO DESTRUIR LA PERSONALIDAD)

SECTAS DESTRUCTIVAS

por Alfredo Silleta - periodista y escritor



El tema de las sectas surge de tanto en tanto en los medios de comunicación social. En esta nota trataremos de abordar, desde distintos ángulos, esta problemática que preocupa a amplios sectores de la comunidad. En la Argentina funcionan en forma legal más de 3.000 sectas, a las cuales podemos dividir en dos grandes grupos: las peligrosas, vinculadas a la Iglesia Electrónica, que actúan y crecen en los sectores marginados de la sociedad, y las destructivas que utilizan durante el adoctrinamiento técnicas neurofisiológicas (lavado de cerebro) que destruyen la personalidad del adepto, causándole daños psíquicos y físicos.

En las sectas destructivas es asombroso ver cómo un adepto transforma su personalidad en pocos meses (costumbres, gestos, forma de hablar, etc.), convirtiéndose en una especie de zombie o robot, y en algunos casos -como en los Niños de Dios- ejerciendo la prostitución. Poco importa el nombre del grupo: Niños de Dios, secta Moon, Hare Krishna, Bhagwan Rajneesh, o Ananda Marga, por nombrar algunos; tampoco preocupa lo que ofrecen, el secreto de su atractivo está en cómo lo ofrecen.

Trataremos de explicar las técnicas de persuasión coercitiva que emplean estos grupos, las cuales -para desgracia de todos- están al alcance de cualquier fanático o iluminado sin escrúpulos. De modo esquemático mencionaremos los elementos centrales que utilizan las sectas destructivas, y para mayor claridad del lector elegiremos un grupo al azar: los Hare Krishna.

1) El proceso desintegrador de la personalidad se basa en una dinámica vital tendiente a primar lo emocional sobre lo racional, complementándose con la aplicación rigurosa de principios conductistas ya conocidos por la psicología. Por ejemplo, recordemos cómo es la actividad diaria en el templo: Se levantan a las 3 de la mañana y se dan una ducha de agua fría, aunque sea pleno invierno. Se pintan los brazos y el pecho con tiza. Rezan el mantra hare krishna 1.728 veces, lo cual les lleva 3 horas, y para no equivocarse utilizan una especie de rosario de 108 cuentas llamado yapa. Según Prabhupada (el principal líder) habría que recitar el hare krishna 64 vueltas, lo que equivale a casi 7.000 veces. Luego reciben una charla del Srimad Bhagavatan y comienzan una sesión de adoración al templo. Bailan y cantan hasta llegar al éxtasis. A las 8 se dan otra ducha y desayunan. Luego salen a vender libros y sahumerios mientras otros realizan actividades en el templo. A las 17.30 realizan otra sesión de adoración al templo hasta las 19.30, se lleva a cabo una conferencia y se acuestan aproximadamente a las 22, sin cenar o tomando un vaso de agua tibia.

2) El aislamiento del mundo exterior, ya sea de modo psíquico o físico, produce un corte de los lazos afectivos del adepto (familia, pareja, amigos, etc). Este aislamiento se complementa con la cancelación o control de las actividades sociales del neófito: estudios, trabajos, hobbies, etc.

Con respecto a la familia recordemos lo que expresa Prabhupada: "Las relaciones íntimas de la familia -se refiere a padres e hijos- no son más que una enfermedad de la piel" (Publicado por Mac Robert en The Boston Magazine, diciembre de 1980). Es común escuchar a los adeptos de Krishna decir: "mamá no me beses que vas a contaminarme".

3) Se suprime toda información diferente a la emitida por la propia secta y se controla o reinterpreta lo que pueda provenir de afuera. Se vigilan la correspondencia y las llamadas telefónicas. A partir de allí se le asigna al nuevo adepto un acompañante que le filtra su comunicación con el exterior y que, con su sobrecarga de afectividad (llamada bombardeo del amor) impide en buena medida que el novato razone o interprete lo que está ocurriendo.

En relación a este punto recordemos lo que expresa Prabhupada en el Upadesamrta, especialmente en la pág. 79: "Otro impedimento es prajalba, el hablar innecesariamente. Cuando nos reunimos con algunos amigos, de inmediato comenzamos a hablar innecesariamente, lo cual suena igual a unos sapos que croan. Si tenemos que hablar, debemos hablar acerca del movimiento de conciencia de Krishna. Aquellos que no pertenecen al movimiento de conciencia de Krishna se interesan en leer montones de periódicos, revistas, novelas, en resolver crucigramas, y en hacer muchos otros disparates. De este modo la gente simplemente pierde su valioso tiempo y su energía. Todas estas actividades frívolas y otras más están incluidas dentro de la categoría de prajalba. Las personas inteligentes interesadas en desarrollar conciencia de Krishna nunca deben participar en tales actividades".

4) La manipulación del lenguaje es otro aspecto clave del proceso de Reforma del Pensamiento. Generan un lenguaje diferente cargándolo con significados emocionales intensos. Tener un lenguaje distinto al de la sociedad da una sensación de exclusividad, unidad, protección y fortaleza. Pero, al ser un lenguaje muy precario e idiomáticamente pobre, reduce la capacidad de pensar, sentir o analizar. Como si esto fuera poco, los Hare Krishna se lo pasan cantando un mantra, con lo cual se dificulta aún más la posibilidad de pensar. Srila Rupa Gosvami recomienda a los devotos "entrenar sus mentes para que sean incapaces de recordar otra cosa que no sea Krishna".

5) Otro de los planteos importantes que utilizan los Hare Krishna es una dinámica maniquea que lleva al adepto a sentirse como uno frente al mundo: Bien = secta, Mal = sociedad. Los Krishna señalan: "Cuando una persona se ocupa de los deberes de la conciencia de Krishna, no necesita actuar en relación con el mundo material, o con las obligaciones hacia las tradiciones familiares, la humanidad o la nacionalidad".

6) El debilitamiento orgánico causado por los estados agudos de estrés derivados de dietas insuficientes (comidas con muy pocas proteínas), escasas horas de sueño y exceso de actividades (laborales, rituales). En el Bhagavat-Gita Tal como Es (pág. 316) Swami Prabhupada explica el significado del texto 17: "...cualquier momento que se desprecia durmiendo innecesariamente se considera una gran pérdida. Una persona conciente de Krishna no puede soportar pasar un minuto de su vida sin ocuparse en el servicio del Señor. Por lo tanto, su dormir se mantiene al mínimo. En ese aspecto, su ideal es Srila Rupa Gosvami, quien siempre está ocupado en el servicio de Krishna y quien no podía dormir más de dos horas al día, y algunas veces ni siquiera eso".

7) La prohibición, implícita o explícita, pero siempre efectiva de razonar, impide la crítica al dogma y a los comportamientos de los dirigentes. Junto al empleo del miedo y la violencia, como elementos cohesionantes del grupo, es un factor común en todos los procesos de reforma del pensamiento. 

Los Hare Krishna, en su cuarto principio regulativo, prohiben la "especulación mental". Al respecto, en su libro interno El Néctar de la Devoción (pág. 20) afirman: "..en realidad, éste es el más básico de todos los principios regulativos, porque cuando un superior da una orden para que se haga algo, existe simultáneamente una prohibición. Cuando la orden es que uno debe recordar siempre a Krishna, la prohibición es que uno nunca debe olvidarlo. Dentro de los límites de esta orden y prohibición simples se establecen por completo los principios regulativos". 

La confluencia entre el proceder totalitario de la secta y el corsé insoslayable de la correspondiente Verdad doctrinal, conduce al adepto hasta una lamentable situación de robotización mental. Aquí es importante recordar lo señalado por el juez español Julián Muelas Redondo (juzgado de Primera Instancia Nº 1 de Guadalajara, sentencia del 13 de octubre de 1982 sobre el expediente número 432/81); en el cuarto considerando dice: "Que en cuanto a los hábitos y forma de actuación de la secta seudorreligiosa inspirada en los principios vedánticos, en que el matrimonio de los devotos es concertado por el jefe o gurú, con un régimen de vida caracterizado por la falta de sueño fisiológico, un régimen de alimentación rico en hidratos de carbono pero escaso en proteínas, pues está prohibida la carne, el pescado y los huevos, suprimidos toda clase de estimulantes, con rigidez en las costumbres y en las relaciones sexuales que lleva a los devotos a una situación de estrés permanente, con prohibición de especular mentalmente, es decir no pensar, pues el Gurú o maestro piensa o medita por ellos,juntamente con el rezo de la oración o mantra varias veces al día, las danzas y el rosario de madera, que llevan a generar en los devotos un estado sofrónico que inhibe su capacidad de análisis y censura intelectual, anulación de su voluntad, sugestibilidad extrema y robotización mental, todo lo cual está probado por la documentación presentada por la propia parte demandada (esto es, la secta)...".

8) Finalmente la manipulación de la sexualidad, por defecto o por exceso, es otro elemento indispensable para ampliar los efectos neurotizantes del proceso adoctrinador sectario que, junto a los demás anunciados, conduce a desarrollar una sumisión irracional del adepto con respecto al líder. Con relación a los Krishna recordemos que las relaciones sexuales están totalmente prohibidas.

Para el final he dejado un tema que preocupa en varias sectas destructivas y de manera especial en los Hare Krishna. Me refiero al suicidio de sus miembros. En la mayoría de los escritos encontramos textos que inducen a los miembros a cometer tal aberración. Por ejemplo en El Néctar de la Devoción, capítulo 9, pág. 63, Prabhupada se refiere a la actuación de un fiel que escucha insultos contra Krishna: "...Hay tres maneras de comportarse ante tales insultos. Si uno oye blasfemar de palabra, debe ser tan experto que pueda derrotar al adversario, entonces el siguiente paso es que uno no debe quedarse ahí mansamente, sino que debe quitarse la vida. El tercer proceso se sigue si se es incapaz de ejecutar los procesos mencionados, y consiste en que uno debe abandonar el lugar y marcharse. Si un devoto no realiza ninguno de los tres procesos mencionados anteriormente, él cae de su posición de devoción".

En el Bhagavad Gita Tal como es (pág. 696), se da otro ejemplo con relación al suicidio: "...Para un sannyasi, o cualquiera que aspira a salirse de las garras de la naturaleza material y que trata de elevarse hacia la naturaleza espiritual e ir de regreso al hogar, de vuelta al supremo, para él, mirar hacia las posesiones materiales y las mujeres con intención de gratificar los sentidos -ni siquiera disfrutándolas sino tan sólo viendo hacia ellas con tal propensión- es tan condenable que mejor se hubiera suicidado antes de experimentar esos deseos ilícitos".

Finalmente, y con relación a ese tema deseo reproducir las declaraciones de una ex-adepta que incorpora el escritor Pepe Rodríguez en su libro El Poder de las Sectas. Dice esta ex-miembro: "Yo llevaba casi dos años en un templo holandés de los Hare Krishna. Una tarde, el jefe del templo le pegó una tremenda bronca a una compañera por una cuestión de recaudación de dinero. La humilló hasta hacerla llorar y, entonces, dijo que las mujeres no éramos dignas de estar sirviendo a Krishna. Mi compañera protestó y el resto de los devotos que estábamos en la sala permanecimos callados, recitando el mantra con la yapa. No recuerdo muy bien la escena, pero el jefe acabó diciendo que si de verdad se creía digna de Krishna, que se tirase por la ventana. Y ella lo hizo, sin más. Se destrozó contra el suelo y se dijo a la policía que la chica se había suicidado porque tenía muchos problemas personales. Nunca he entendido qué pasó allí, todo me quedó como una nebulosa. Tardé meses en reaccionar, pero al final dejé la secta y regresé a España".

Como diría el escritor Aldous Huxley: "La eficacia de una propaganda política y religiosa depende esencialmente de los métodos empleados y no de la doctrina en sí. Las doctrinas pueden ser verdaderas o falsas, pueden ser sanas o perniciosas, eso no importa. Si el adoctrinamiento está bien conducido, en la etapa adecuada de postración nerviosa tendrá éxito. En condiciones favorables, prácticamente todo el mundo puede ser convertido a lo que sea".

FUENTE: EL OJO ESCÉPTICO